Cosmética Natural: ¿Es de verdad más beneficiosa para la piel?

Cosmética Natural: ¿Es de verdad más beneficiosa para la piel?

La cosmética natural no es una moda pasajera. Muy al contrario, cada vez somos más conscientes de lo importante que es cuidar nuestro planeta y de que cada gesto cuenta. Consumir de manera responsable, apostando por productos sostenibles, es una manera de proteger el medio ambiente. 

 

Nuestra forma de vida está cambiando. Hemos vivido “de espaldas” a la naturaleza y a los desastres que la industria, el comercio y el transporte han causado en ella. Ahora nos hemos dado cuenta de que hemos estado explotando el planeta sin control.

 

De forma irresponsable hemos abusado de los recursos, hasta en algunos casos llegar a un punto prácticamente irreversible. La visión de lo que nos deparaba el futuro si seguíamos así, nos ha hecho plantearnos que tienen que haber otras formas de hacer las cosas.

 

Consumir cosmética natural, proveniente de producciones sostenibles que no vulneren el medio ambiente, es una de ellas. 

 

Si en un principio había muy poca oferta de este tipo de productos, progresivamente han ido incorporándose más marcas al mercado. Y han aumentado también las nomenclaturas: cosmética natural, cosmética orgánica, bio, ecológica, vegana… 

 

¿Es lo mismo cosmética ecológica que cosmética natural, bio u orgánica?

 

La cosmética natural es aquella que está compuesta por materias primas de origen natural lo menos procesadas posible, y cuyos procesos de producción no son perjudiciales para el medio ambiente. 

 

Los nombres de cosmética ecológica, bio u orgánica, sí que se pueden aplicar a los mismos productos, y se diferencia de la cosmética natural en que los ingredientes que contiene, además de ser naturales, se han producido según la normativa de la agricultura ecológica, marcada por la UE. Es decir, sin utilizar fertilizantes, pesticidas ni herbicidas químicos.

 

Es decir, todos los productos ecológicos son naturales, pero no todos los productos naturales son ecológicos.

 

Otro tema aparte es la cosmética vegana, que es aquella que cuenta con ingredientes únicamente de origen vegetal y en cuyo proceso no se han utilizado animales.

 

¿Por qué es más beneficiosa que la cosmética convencional ?

 

La cosmética natural en general es apta para todo tipo de pieles porque respeta los componentes de la piel y está especialmente indicada para pieles sensibles o intolerantes.

 

No se testa en animales, su producción respeta el medio ambiente y los envases suelen ser reciclables.

 

Además, en general las empresas de cosmética natural son pequeñas o medianas, que fomentan el emprendimiento femenino, la producción local y el comercio justo.

 

El único problema es que en este sector, los términos “natural” y “ecológico” no están protegidos por ley, como ocurre con la alimentación. De manera que no hay un criterio homogéneo que define por ejemplo el porcentaje de ingredientes naturales que debe de llevar un producto para que pueda ser llamado así.

 

Por eso nos encontramos en el mercado productos cosméticos con la denominación bio o natural, que en realidad llevan tan sólo un 15 o un 20% de ingredientes naturales. 

 

A la hora de elegir tu marca de cosmética natural, es importante que te asegures de que el porcentaje de ingredientes naturales que contienen sus productos es alto. En Aevum Natura nosotros recomendamos los productos Compositum CPS, con un 96% de ingredientes de origen botánico.

 

Si estás pensando pasarte a la cosmética natural o tienes dudas respecto al tratamiento de tu piel, me encantaría ayudarte. Reserva gratis tu consultoría online y dale a tu piel los cuidados que necesita para que luzca con toda su belleza natural.  

 

 

Piel sana: 5 claves para verse genial y sentirse aún mejor.

Piel sana: 5 claves para verse genial y sentirse aún mejor.

 Una piel sana es una piel que refleja un equilibrio interior de salud tanto física, como mental. ¿Quieres saber cómo puedes potenciar la belleza de tu piel desde tu interior? ¡Sigue leyendo!

Nuestra piel es un órgano extremadamente sensible, no solo a lo que ocurre en su entorno, sino también y muy especialmente, a lo que ocurre en nuestro interior. La piel reacciona ante nuestras emociones y responde a ellas de una manera física, como por ejemplo cuando empalidece al sentir miedo o preocupación.

Para que nuestra piel se vea luminosa, clara, hidratada, es tan importante el bienestar emocional como el bienestar físico.

¿Qué es el bienestar emocional?

Es sentirse bien y en armonía, tanto con uno mismo como con su entorno. Esto, aunque pueda parecer que es de sentido común, en la práctica no es tan fácil.

El ritmo vertiginoso al que va la vida en general, el estrés, las preocupaciones, la incertidumbre, la frustración y el mal humor son compañeros en muchos casos mucho más familiares que la tranquilidad, la paz o el sosiego, por no hablar de la felicidad.

Y aunque parezca que la procesión va por dentro, lo cierto es que todo esto condiciona en mayor o menor medida, el estado de nuestra piel. 

>> La piel refleja nuestro estado interior porque está íntimamente conectada a nuestro sistema nervioso y por tanto a nuestras emociones. 

Muchas veces no podemos hacer nada para evitar sentir las emociones que nos “apagan”. Pero sí que podemos intentar compensarlas de la mejor manera para que no nos afecten demasiado y mantener la piel sana, equilibrada y bonita.

¿Qué podemos hacer para mejorar y fortalecer nuestro bienestar emocional?

Dormir bien. Dormir entre 7 y 8 horas, con un sueño tranquilo y reparador, es uno de los tratamientos de belleza más efectivos que existen. Reduce arrugas y líneas de expresión, hace desaparecer el aspecto cansado, disminuye bolsas y ojeras y la piel amanece tersa y revitalizada. Además, nos recarga de energía y buen humor. Después de dormir bien, ¡estamos listos para comernos el mundo!

Focaliza tu energía en el presente. Recordar es bonito, la nostalgia es reconfortante, pero en su justa medida. Y pensar en el futuro constantemente hace que no disfrutemos el aquí y ahora. 

Vive el presente con intensidad, exprimiendo cada momento. Si lo haces así, aprovecharás mejor tu tiempo, serás más productiva y descubrirás esos pequeños instantes de felicidad cotidiana que compensan cualquier emoción negativa.

Trabaja el positivismo. Mientras que la negatividad drena tu energía, pensar en positivo te llena de ella. Cualquier cosa, por pesada que sea, resulta más fácil cuando practicas el optimismo. Además, genera efecto imán. Atrae la generosidad y el agradecimiento de las personas. 

Conecta contigo misma. Y hazte caso. Las mujeres en general, priorizamos todo antes que nosotras: los hijos, el trabajo, la pareja, las tareas del hogar, los recados… todo es más importante. Y al final de la jornada llegas agotada y frustrada porque todo era más importante que tú. 

Y esto no verdad. Tú eres importante. Hazte caso. Si te apetece irte de rebajas, vete. Si te apetece tomarte un vino, bébetelo. Y si no te apetece hacer nada, pues regálate un ratito de descanso, que seguro que te lo mereces. Escúchate. Mímate. 

Vive con ilusión. Una cena a solas con tu pareja hace ilusión. Un viaje hace ilusión. Un vestido nuevo hace ilusión. Y que te salga ese bizcocho perfecto, y que un cliente te sonría y te felicite por tu trabajo y tantas y tantas cosas. La ilusión tiene el poder de iluminar la piel, de refrescarla y rejuvenecerla. ¿Te vas a perder semejante sérum natural? 🙂

En Aevum Natura , entendemos que tan importante es para la belleza de tu piel el hecho de tratarla, como escucharte, entenderte, conocerte. Por eso te ofrecemos nuestra consultoría gratuita de la piel en la que podrás contarme cómo es tu piel, qué haces para cuidarla, cómo la sientes. 

Estaré feliz de escucharte y estoy segura de que entre las dos, haremos que tu piel se vea equilibrada, tersa y luminosa.

 

 

 

Tres rituales caseros rápidos para una piel perfecta

Tres rituales caseros rápidos para una piel perfecta

 

La piel es un órgano vivo, que nos envuelve y ejerce funciones esenciales para proteger y defender nuestro organismo. Pero además, tener una piel sana y bella es fundamental para nuestra autoestima. 

 

Necesitamos vernos bien, estar contentos con nuestra apariencia, para sentirnos bien. Y en este sentido la piel juega un papel muy importante. Más allá de unos rasgos característicos o una determinada forma del rostro, una piel perfecta, luminosa, que respira salud y vitalidad es el principio de la belleza. 

 

Para tener una piel sana, es necesario cuidarla adecuadamante. Muchas veces cuando planteo en mi consultoría personalizada los hábitos básicos del cuidado de la piel, escucho respuestas como “no tengo tiempo”, o “me olvido”, o “me da pereza”.

 

¿Sabes cuál es el secreto para tener una piel perfecta

 

No es necesario usar productos carísimos, ni tampoco dan resultado los tratamientos milagro. El secreto de una piel joven, sana, sin imperfeccciones, es ser constante.  

 

Es decir, tomar la decisión de QUERER TENER UNA PIEL PERFECTA Y SER CONSECUENTE CON ELLA. 

 

Agradecerás llevar a cabo una serie de rutinas muy sencillas que ahora vamos a explicar y cumplirlas todos los días. Sentirás que tu piel revive.

 

Sé que a veces esto es difícil, que tenemos miles de cosas que nos ocupan y que lo último en tu lista eres tú misma. Pero tienes que conseguir reservarte un ratito para ti todos los días. Y dedicar unos minutos a cuidarte. Esto no sólo es bueno para ti. Sino también para los que te rodean. Porque cuidarse implica bienestar. Y si tú estás bien, tu entorno también lo está.

 

Si eres constante y todos los días realizas los hábitos de belleza que te voy a explicar, te prometo que vas a ver cambios en tu piel muy pronto.

 

¿Qué es lo que necesita tu piel para recuperar su tersura y luminosidad? 

 

  • Ritual de limpieza y equilibrio
  • Ritual de regeneración
  • Ritual de hidratación

 

Verás que estos tres rituales no te van a llevar más de 10 minutos y con ellos vas a conseguir que tu piel experimente una transformación que ni imaginas. Vamos paso a paso.

 

Ritual de limpieza.

 

Los productos de maquillaje, las minúsculas partículas de polvo y contaminación y las sustancias de desecho que genera nuestra propia piel (sobre todo grasa, pero también sudor), dejan suciedad en la piel, a pesar de estar aparentemente limpia. Es muy importante retirar estas partículas invisibles porque son las resposables de taponar los poros y “ahogar” a la piel. Por eso este ritual es absolutamente imprescindible para una piel sana.

 

¿Qué necesitas para llevar a cabo este ritual?

 

Un Fluido Limpiador, una Loción Ph y tus manos. Nada más. ¿Sencillo, verdad? 

 

En mi consultoría yo aconsejo los productos de Compositum. Si quieres saber más sobre ellos, tienes la información aquí

 

Aplica el fluido por toda la cara siguiendo el modo de empleo y luego retíralo con un kleenex. Muchas de las personas que me contactan para saber cómo cuidar su piel, se quedan en este gesto. Pero no es suficiente. Es muy importante aplicar después una Loción Ph para completar la limpieza. Asi, te aseguras de haber retirado toda la suciedad del rostro.

 

Cuando lo hagas, verás como sientes tu piel respirar. ¡Es una sensación genial de bienestar!

 

Ritual de regeneración

 

Ahora es el momento de compensar el estrés al que ha estado sometida la piel a lo largo del día. Para ello vamos a utilizar un sérum, que aplicaremos sobre la piel una vez esté limpia y preparada para recibir todos los beneficios regenerantes del producto. Extiéndelo suavemente con las yemas de los dedos por todo el rostro. 

 

¿Sientes cómo la piel agradece el tratamiento? Está más jugosa, más elástica.

 

Ritual de hidratación

 

Una vez aplicado el sérum, el siguiente paso es la crema. Coge una cantidad de crema del tamaño de una avellana y extiéndolo sobre el rostro con un ligero masaje, terminando con unos toques de las yemas de los dedos para que el producto penetre totalmente en la piel.

 

Ahora la piel es como si descansara, con una sensación increíblemente relajante de comodidad y suavidad.

 

¿Ves? ¡Ya lo tienes! Una completa rutina renovadora, que no te va a costar más de 10 minutos y con la que tu piel se va a ver más limpia, transparente, luminosa y vital: más bella.

 

Recuerda dejarme en los comentarios si tienes alguna duda o quieres compartir tus propios rituales de belleza, ¡seguro que me encantan!

 

 

 

Piel luminosa: guía práctica de cuidados que funcionan

Piel luminosa: guía práctica de cuidados que funcionan

 

Piel apagada, áspera, opaca y falta de vitalidad. Son muchas mujeres las que han acudido a mi consultoría online  con este problema que en la mayoría de los casos tiene fácil solución, si sabes cómo tratar tu piel. No es difícil tener una piel luminosa, clara y con brillo. En esta guía práctica, te cuento cómo conseguirlo.

 

La piel es un órgano vivo, que respira y responde reaccionando tanto al exterior, contaminación, radiación solar, cambios de temperatura, como a tu interior: estrés, preocupación, falta de sueño, ansiedad… Tu piel es un fiel reflejo de ti.

 

Además, tu piel cumple una función barrera que te protege de infecciones y de las inclemencias medioambientales. ¿Ves lo importante que es? Pues bien, si no la cuidamos adecuadamente, además de ver disminuida su capacidad protectora y defensiva, la piel se “queja”. Pierde tonicidad, se apaga, se deshidrata, está menos elástica y flexible. En resumen: pierde vitalidad.

 

En este primer momento no es complicado recuperar el equilibrio de la piel y devolverle su estado de salud natural. Disfrutar de una piel luminosa, fresca, llena de vitalidad, es sólo una cuestión de buenos hábitos. 

 

En esta guía te doy 10 consejos muy fáciles, rápidos y sencillos, para que en cuestión de días, sientas y veas tu piel sana, suave, naturalmente bella. ¡Empezamos!

 

Cumple diariamente tu rutina de limpieza, tanto por la mañana, como por la noche. Te va a costar solamente 5 minutos y es básico para que tu piel respire y se oxigene. Nunca te vayas a dormir sin desmaquillar.

Aplica diariamente por la mañana y por la noche una crema que ayude a tu piel a permanecer hidratada. Piensa que tu piel contiene un 72% de agua. Para estar sana, necesita mantener su nivel de hidratación.

Una vez a la semana, realiza una  rutina de exfoliación. La piel contiuamente se está renovando y necesita liberarse de las escamas de piel seca que se desprenden, así como limpiar en profundidad los poros de la suciedad que se acumula en el día a día.

Una vez a la semana, regala a tu piel un tratamiento de cuidado intensivo que refuerce y potencia el efecto de la limpieza y la hidratación.

Protege tu piel. El sol es fuente de Vitamina E, necesaria para nuestra salud, pero también es uno de los mayores causantes de las manchas, el envejecimiento y la aparición de lesiones en la piel. Nunca expongas tu piel al sol sin protección.

Hidratada por fuera, pero también por dentro. Bebe un mínimo de un litro y medio de agua al día. Pero de verdad. Hazte con una botella rellenable, la llenas de agua todos los días y al acabar la jornada, tienes que haberla terminado. 

 

Una piel luminosa es una piel que respira, llena de salud y vitalidad y por eso tienes que cuidarla por fuera y por dentro.

 

Antioxidantes, el secreto de la juventud. ¿Te suenan oír hablar de los radicales libres? Pues son los responsables del envejecimiento de las células y por tanto de la piel. Para combatir sus efectos, tenemos un remedio natural, barato, sencillo y delicioso; los alimentos ricos en antioxidantes: frutas (sobre todo cítricos), pero también verduras y legumbres. Prepara tu “dosis” de antioxidantes diaria: por las mañanas, antes de desayunar, mezclas en un vasito dos cucharadas soperas de zumo de limón, una cucharada de miel y lo llenas de agua hasta la mitad. Mezcla bien y bébelo en ayunas. Además de estar buenísimo, es una bomba de salud rica en antioxidantes.

Duerme un mínimo de 8 horas. El descanso es fundamental para la salud del organismo y especialmente para la piel, sobre todo la del rostro, que es la que más acusa la falta de sueño y el cansancio.

Cuida tu alimentación. Huye de las grasas, de los productos industriales y, si es posible, aunque reconozco que soy la primera a la que le cuesta renunciar al dulce, del azúcar. Ahora con el buen tiempo, aprovecha para tomar ensaladas, fruta natural y alimentos ricos en fibra. Te vas a sentir más vital, más alegre y además están buenísimos.

Sé constante. No dejes de cumplir con estos 10 consejos y te aseguro, con total garantía, que pasada una semana, tu piel será otra: llena de vida, luminosa, resplandeciente.

 

Cuéntame en los comentarios si ya estás llevando a cabo alguno de estos consejos y cuál es el que mejor te funciona a ti, ¡me encantará leerlo!

Y si necesitas ayuda para organizarte con tus rutinas de limpieza e hidratación, ponte en contacto conmigo , atenderé tu consulta de manera gratuita y te enseñaré cómo cuidar tu piel para que luzca su belleza natural.