Piel apagada, áspera, opaca y falta de vitalidad. Son muchas mujeres las que han acudido a mi consultoría online  con este problema que en la mayoría de los casos tiene fácil solución, si sabes cómo tratar tu piel. No es difícil tener una piel luminosa, clara y con brillo. En esta guía práctica, te cuento cómo conseguirlo.

 

La piel es un órgano vivo, que respira y responde reaccionando tanto al exterior, contaminación, radiación solar, cambios de temperatura, como a tu interior: estrés, preocupación, falta de sueño, ansiedad… Tu piel es un fiel reflejo de ti.

 

Además, tu piel cumple una función barrera que te protege de infecciones y de las inclemencias medioambientales. ¿Ves lo importante que es? Pues bien, si no la cuidamos adecuadamente, además de ver disminuida su capacidad protectora y defensiva, la piel se “queja”. Pierde tonicidad, se apaga, se deshidrata, está menos elástica y flexible. En resumen: pierde vitalidad.

 

En este primer momento no es complicado recuperar el equilibrio de la piel y devolverle su estado de salud natural. Disfrutar de una piel luminosa, fresca, llena de vitalidad, es sólo una cuestión de buenos hábitos. 

 

En esta guía te doy 10 consejos muy fáciles, rápidos y sencillos, para que en cuestión de días, sientas y veas tu piel sana, suave, naturalmente bella. ¡Empezamos!

 

Cumple diariamente tu rutina de limpieza, tanto por la mañana, como por la noche. Te va a costar solamente 5 minutos y es básico para que tu piel respire y se oxigene. Nunca te vayas a dormir sin desmaquillar.

Aplica diariamente por la mañana y por la noche una crema que ayude a tu piel a permanecer hidratada. Piensa que tu piel contiene un 72% de agua. Para estar sana, necesita mantener su nivel de hidratación.

Una vez a la semana, realiza una  rutina de exfoliación. La piel contiuamente se está renovando y necesita liberarse de las escamas de piel seca que se desprenden, así como limpiar en profundidad los poros de la suciedad que se acumula en el día a día.

Una vez a la semana, regala a tu piel un tratamiento de cuidado intensivo que refuerce y potencia el efecto de la limpieza y la hidratación.

Protege tu piel. El sol es fuente de Vitamina E, necesaria para nuestra salud, pero también es uno de los mayores causantes de las manchas, el envejecimiento y la aparición de lesiones en la piel. Nunca expongas tu piel al sol sin protección.

Hidratada por fuera, pero también por dentro. Bebe un mínimo de un litro y medio de agua al día. Pero de verdad. Hazte con una botella rellenable, la llenas de agua todos los días y al acabar la jornada, tienes que haberla terminado. 

 

Una piel luminosa es una piel que respira, llena de salud y vitalidad y por eso tienes que cuidarla por fuera y por dentro.

 

Antioxidantes, el secreto de la juventud. ¿Te suenan oír hablar de los radicales libres? Pues son los responsables del envejecimiento de las células y por tanto de la piel. Para combatir sus efectos, tenemos un remedio natural, barato, sencillo y delicioso; los alimentos ricos en antioxidantes: frutas (sobre todo cítricos), pero también verduras y legumbres. Prepara tu “dosis” de antioxidantes diaria: por las mañanas, antes de desayunar, mezclas en un vasito dos cucharadas soperas de zumo de limón, una cucharada de miel y lo llenas de agua hasta la mitad. Mezcla bien y bébelo en ayunas. Además de estar buenísimo, es una bomba de salud rica en antioxidantes.

Duerme un mínimo de 8 horas. El descanso es fundamental para la salud del organismo y especialmente para la piel, sobre todo la del rostro, que es la que más acusa la falta de sueño y el cansancio.

Cuida tu alimentación. Huye de las grasas, de los productos industriales y, si es posible, aunque reconozco que soy la primera a la que le cuesta renunciar al dulce, del azúcar. Ahora con el buen tiempo, aprovecha para tomar ensaladas, fruta natural y alimentos ricos en fibra. Te vas a sentir más vital, más alegre y además están buenísimos.

Sé constante. No dejes de cumplir con estos 10 consejos y te aseguro, con total garantía, que pasada una semana, tu piel será otra: llena de vida, luminosa, resplandeciente.

 

Cuéntame en los comentarios si ya estás llevando a cabo alguno de estos consejos y cuál es el que mejor te funciona a ti, ¡me encantará leerlo!

Y si necesitas ayuda para organizarte con tus rutinas de limpieza e hidratación, ponte en contacto conmigo , atenderé tu consulta de manera gratuita y te enseñaré cómo cuidar tu piel para que luzca su belleza natural.