Tu piel es bonita, cuidala

Tu piel es bonita, cuidala

 

Tengo una amiga a la que todo el mundo le decía que tenía la piel más bonita, “piel de porcelana”, “piel de terciopelo”, etc. Ella no hacía mucho caso porque entonces, cuando se lo decían, ella tan sólo tenía 18 años. 

 

Y con 18 años, lo último en lo que piensas, es tener una piel bonita. A esa edad el color de ojos, o del pelo, o si tengo muchas o pocas curvas, son cuestiones más importantes. La piel no es algo a lo que le prestes mucha atención. 

 

Durante unos cuantos años, aquello se repetía. “Tienes una piel preciosa”, “Me encanta tu piel”… hasta que un día, dejó de escucharlo. Cuando se dio cuenta de que ya nadie alababa su piel, se miró al espejo. 

 

Y cuál no fue su sorpresa, cuando se dio cuenta de que su piel ya no era como antes. Estaba enrojecida, un poco escamada, seca, sin vida y sin luz. 

 

Años de descuido y desprotección habían conseguido arruinar una piel preciosa, que llamaba la atención y que era la envidia de todas sus amigas, yo incluida. 

 

Hacía un tiempo que no nos veíamos, pero mi amiga sabía que yo me había especializado en el cuidado de la piel. Me llamó y vino a verme. Cuando la vi, no me lo podía creer. 

 

Con el fin de recuperar la salud de su piel, había empezado a utilizar todo tipo de productos, que al final, no habían servido más que para estropearla más.

 

Mi amiga estaba desesperada, porque estaba convencida de que los daños en su piel eran irreparables.

 

Pero no tenía en cuenta una cosa importante. Y es que la piel es un órgano vivo, activo, que tiene capacidad para recuperarse y regenerarse. Tan sólo hay que saber cómo cuidarla.

 

Tras realizar una primera consultoría, mi amiga no estaba convencida de que realmente yo podía ayudarla a devolver a su piel la salud que había perdido.

 

Así que le pedí que confiara en mí. Ella no era el primer caso que había pasado por mis manos con la piel muy deteriorada. Rosácea, acné, manchas, dermatitis, hipersensibilidad… había conseguido con éxito devolver la salud a muchas clientas antes.

 

Por fin se decidió y empezó el tratamiento. 

 

No volví a saber nada de ella hasta una semana después, que me llamó. Estaba entre agradecida, sorprendida… no sabía muy bien cómo había pasado, pero su piel había cambiado por completo. 

 

Aún no estaba recuperada del todo, pero el enrojecimiento y la descamación habían desaparecido. Ya no sentía picor, ni tirantez, la sentía fresca, confortable… y lo mejor es que había recuperado ese aspecto aterciopelado que era la envidia de todas nosotras. Volvía a tener una piel bonita.

 

He visto muchos casos como el de mi amiga, casos en los que ya la persona creía que no podría volver a tener una piel sana y bonita. Y sin embargo, gracias al tratamiento esencial de Compositum CPS, al poco tiempo han lucido una piel regenerada, luminosa, hidratada, llena de vida.

 

Si tú también quieres devolverle a tu piel su belleza y salud, reserva tu cita en mi consultoría online gratuita y empieza a disfrutar de cuidar tu piel y de tenerla más bonita y luminosa que nunca.

 

Piel sana: 5 claves para verse genial y sentirse aún mejor.

Piel sana: 5 claves para verse genial y sentirse aún mejor.

 Una piel sana es una piel que refleja un equilibrio interior de salud tanto física, como mental. ¿Quieres saber cómo puedes potenciar la belleza de tu piel desde tu interior? ¡Sigue leyendo!

Nuestra piel es un órgano extremadamente sensible, no solo a lo que ocurre en su entorno, sino también y muy especialmente, a lo que ocurre en nuestro interior. La piel reacciona ante nuestras emociones y responde a ellas de una manera física, como por ejemplo cuando empalidece al sentir miedo o preocupación.

Para que nuestra piel se vea luminosa, clara, hidratada, es tan importante el bienestar emocional como el bienestar físico.

¿Qué es el bienestar emocional?

Es sentirse bien y en armonía, tanto con uno mismo como con su entorno. Esto, aunque pueda parecer que es de sentido común, en la práctica no es tan fácil.

El ritmo vertiginoso al que va la vida en general, el estrés, las preocupaciones, la incertidumbre, la frustración y el mal humor son compañeros en muchos casos mucho más familiares que la tranquilidad, la paz o el sosiego, por no hablar de la felicidad.

Y aunque parezca que la procesión va por dentro, lo cierto es que todo esto condiciona en mayor o menor medida, el estado de nuestra piel. 

>> La piel refleja nuestro estado interior porque está íntimamente conectada a nuestro sistema nervioso y por tanto a nuestras emociones. 

Muchas veces no podemos hacer nada para evitar sentir las emociones que nos “apagan”. Pero sí que podemos intentar compensarlas de la mejor manera para que no nos afecten demasiado y mantener la piel sana, equilibrada y bonita.

¿Qué podemos hacer para mejorar y fortalecer nuestro bienestar emocional?

Dormir bien. Dormir entre 7 y 8 horas, con un sueño tranquilo y reparador, es uno de los tratamientos de belleza más efectivos que existen. Reduce arrugas y líneas de expresión, hace desaparecer el aspecto cansado, disminuye bolsas y ojeras y la piel amanece tersa y revitalizada. Además, nos recarga de energía y buen humor. Después de dormir bien, ¡estamos listos para comernos el mundo!

Focaliza tu energía en el presente. Recordar es bonito, la nostalgia es reconfortante, pero en su justa medida. Y pensar en el futuro constantemente hace que no disfrutemos el aquí y ahora. 

Vive el presente con intensidad, exprimiendo cada momento. Si lo haces así, aprovecharás mejor tu tiempo, serás más productiva y descubrirás esos pequeños instantes de felicidad cotidiana que compensan cualquier emoción negativa.

Trabaja el positivismo. Mientras que la negatividad drena tu energía, pensar en positivo te llena de ella. Cualquier cosa, por pesada que sea, resulta más fácil cuando practicas el optimismo. Además, genera efecto imán. Atrae la generosidad y el agradecimiento de las personas. 

Conecta contigo misma. Y hazte caso. Las mujeres en general, priorizamos todo antes que nosotras: los hijos, el trabajo, la pareja, las tareas del hogar, los recados… todo es más importante. Y al final de la jornada llegas agotada y frustrada porque todo era más importante que tú. 

Y esto no verdad. Tú eres importante. Hazte caso. Si te apetece irte de rebajas, vete. Si te apetece tomarte un vino, bébetelo. Y si no te apetece hacer nada, pues regálate un ratito de descanso, que seguro que te lo mereces. Escúchate. Mímate. 

Vive con ilusión. Una cena a solas con tu pareja hace ilusión. Un viaje hace ilusión. Un vestido nuevo hace ilusión. Y que te salga ese bizcocho perfecto, y que un cliente te sonría y te felicite por tu trabajo y tantas y tantas cosas. La ilusión tiene el poder de iluminar la piel, de refrescarla y rejuvenecerla. ¿Te vas a perder semejante sérum natural? 🙂

En Aevum Natura , entendemos que tan importante es para la belleza de tu piel el hecho de tratarla, como escucharte, entenderte, conocerte. Por eso te ofrecemos nuestra consultoría gratuita de la piel en la que podrás contarme cómo es tu piel, qué haces para cuidarla, cómo la sientes. 

Estaré feliz de escucharte y estoy segura de que entre las dos, haremos que tu piel se vea equilibrada, tersa y luminosa.

 

 

 

Adiós al acné: una solución efectiva para mejorar tu piel.

Adiós al acné: una solución efectiva para mejorar tu piel.

 

El acné es una alteración de la piel que mucha gente sufre, sobre todo en el momento de la pubertad. Porcentualmente son las mujeres las que más lo padecemos y a las que más afecta emocional y psicológicamente y es algo que hasta ahora era difícil de vencer. En Aevum Natura trabajamos un método que, de manera natural, consigue corregir el acné  y devolverle completamente a la piel su estado de salud y belleza natural. En este artículo te cuento cómo 🙂

 

Desde los puntos negros y los granitos aislados, hasta lesiones más severas que pueden causar incluso cicatrices, el acné es, sobre todo a partir del momento de la pubertad, una pesadilla. En la mayoría de los casos acaba superándose, sobre todo si es el llamado acné leve, el menos agresivo, que es el más común.

 

Pero hay casos, sobre todo entre las mujeres, que el acné deja de ser un problema adolescente para convertirse en una dolencia crónica de la piel. 

 

¿Por qué? Porque una de las causas del acné, entre otras, es la actividad hormonal, es decir, nuestros ciclos menstruales inciden en que tengamos acné. ¿Quién no ha sufrido los molestos granitos previos a la menstruación? 

 

Las hormonas regulan la producción de sebo en la piel. Y es este sebo, acumulado en el folículo pilosebáceo, el que produce el ensanchamiento del poro. Cuando el sebo, al contacto con el aire, se oxida, es lo que conocemos como puntos negros. 

 

Esta acumulación de grasa favorece la aparición de una bacteria, la Propionibacterium Acnes, que causa la irritación de la piel. Como respuesta, la piel se defiende, acumulando glóbulos blancos y otras sustancias que finalmente se convierten en el temido granito.

 

Las consecuencias para la piel son diversas: inflamación, descamación, pequeñas heridas, marcas… pero quizás éstas no sean las más importantes. 

 

Las cicatrices más dolorosas del acné son las que no se ven.

La falta de autoestima, los complejos, las inseguridades, el hecho de no estar contentos con el propio aspecto… pueden incidir de lleno en el bienestar, tanto de la persona consigo misma, como con los demás.

 

Por eso es importante vigilar los primeros síntomas de aparición de acné, para poder empezar a tratarlo y que no vaya a más.

Hay muchísimos tratamientos para el acné, tanto tópicos, es decir, que se ponen sobre la piel como pomadas o lociones, como de consumo que se toman por boca, como tratamientos hormonales y antibióticos.

 

El problema de estos tratamientos es que trabajan sobre el síntoma, es decir, sobre las lesiones, los granitos. Pero no solucionan el problema, la causa que hace que aparezca el acné. Además, muchos de ellos tienen efectos secundarios para nuestro organismo o son excesivamente agresivos para la piel y terminan dañándola.

 

Si recuerdas, hemos hablado de las hormonas y de cómo su actividad puede desequilibrar la piel. Es en ese desequilibrio donde tenemos que actuar para frenar el acné.

 

En Aevum Natura trabajamos con el método CPS, un forma nueva y revolucionaria de tratar la piel. 

 

¿Por qué? Porque no trabajamos sobre el síntoma, trabajamos sobre el origen del problema. Es decir, no ponemos solución al acné, ponemos solución al desequilibrio de la piel. Ayudamos a que la piel regule de manera natural la producción de sebo y recupere el funcionamiento de sus tejidos y elementos. 

 

Por eso es una solución efectiva y también muy importante, una solución duradera, que respeta y fortalece la salud de la piel.

 

Es duro padecer acné, por eso si necesitas ayuda o consejo para superarlo, estaré encantada de atenderte en mi consultoría online  Es gratuita y seguro que entre las dos, conseguimos recuperar la salud y belleza de tu piel.  

 

¿Te ha parecido interesante? Cuéntame en los comentarios tu experiencia con el acné y si tienes algún consejo, ¡me encantará leerlos!

 

Piel bonita en verano: 10 claves para un bronceado perfecto y saludable.

Piel bonita en verano: 10 claves para un bronceado perfecto y saludable.

A todos nos encanta lucir una piel bonita en verano: bronceada, satinada, hidratada…y sana. Porque si bien el sol es un aliado de nuestra salud, tanto física como mental, también es cierto que las radiaciones, en concreto los rayos UV o rayos ultravioleta, pueden perjudicar a nuestra piel. 

 

¿Quieres conseguir ese bronceado ideal, sin correr ningún riesgo para tu piel? Pues  sigue leyendo 🙂

 

¿Por qué nos ponemos morenos?

 

La melanina es un pigmento producido por los melanocitos, unas células que se localizan en la epidermis. Y no es otra cosa que una defensa de nuestro organismo para proteger, no sólo la piel, sino también el vello y el cabello de los efectos de los rayos solares UV.

 

Los melanina se acumula alrededor de las células de la piel para protegerlas de las posibles mutaciones que los rayos UV pudieran provocar. 

 

Ya ves, tener la piel bonita en verano, con ese precioso color dorado que te encanta y tanto te favorece, no es ni más ni menos que una defensa. 

 

¿Cómo podemos asegurarnos de que la piel cumple con esa función defensiva a la perfección?

 

Para conseguir un bronceado perfecto no hace falta que tomes el sol todos los días. De hecho, tu bronceado será más intenso y bonito si alternas las sesiones de sol. ¿Por qué? Porque está comprobado que los melanocitos tardan un ciclo de 48 horas en generar la melanina. Por tanto, por mucho que tomes el sol todos los días, no te pondrás más morena y lo que puede pasar es que se altere el ciclo de los melanocitos y no lleguen a cumplir con su tarea protectora.

 

Evita las horas más duras de sol, es decir, no te expongas entre las 11:00 y las 16:00, que es cuando los rayos UV inciden con más fuerza. (Además, es cuando hace más calor)

 

Por favor, ponte protección: la cantidad que necesites, con el factor que necesites. Es de cajón, pero no sabes la cantidad de gente que no protege su piel cuando toma el sol y luego vienen los problemas.

 

Exfolia tu piel una vez a la semana. ¿Qué conseguimos con eso? Oxigenamos las células de nuestra piel, les ayudamos a regenerarse y potenciamos la microcirculación, con lo que las mantenemos más activas y productivas. Además prevenimos su envejecimiento. Yo utilizo el exfoliante de Compositum, ¡me encanta!

 

Procura tomar alimentos ricos en carotenos, una sustancia natural que se encuentra en muchos alimentos y que literalmente “fabrican” melanina. Las más famosas son las zanahorias, pero el tomate, la calabaza, el brócoli, el mango y la papaya también contienen gran cantidad de carotenos. Un batido de mango y zanahoria… mmmm… fresquito… toneladas de delicioso caroteno.

 

Recuerda renovar la aplicación de la crema protectora. Todos lo hacemos, ¿a que sí?. Nos ponemos el protector cuando llegamos a la playa pero luego nos bañamos y no nos lo volvemos a poner, con lo que la piel queda desprotegida. Si te da pereza con la crema, utiliza brumas o aceites, son más fáciles de poner e igual de efectivos.

 

Lucir un bronceado perfecto no implica estar horas y horas al sol. Con una hora y media o dos como mucho de exposición, es suficiente.

 

Sécate bien después de cada baño. Las gotitas de agua son microlupas que multiplican el efecto de los rayos UV sobre la piel. Pasa una toalla suave sobre todo por el rostro, escote y hombros.

 

Aplícate un cuidado post solar para devolverle a la piel la hidratación que ha perdido durante la exposición al sol. Tu piel estará más bonita y aterciopelada.

 

Una piel bonita en verano no tiene que ser necesariamente morena. Si tu piel es blanca y no consigues broncearla, no renuncies a ninguna de las medidas de protección con el fin de ponerte morena. Sólo conseguirás dañar tu piel. Cuida tu piel y protégela, recuerda que una piel blanca es tan bonita como una piel morena y puedes lucirla igual de suave y satinada.

 

Sigue estos consejos y disfruta de un bronceado perfecto y una piel sana y en total equilibrio. Y si tienes alguna duda, estaré feliz de atenderte en mi consultoría online, reserva tu cita gratis y sin compromiso y entre las dos haremos que tu piel luzca como nunca.