A medida que pasan los años, vemos cómo poco a poco nuestra piel va sufriendo cambios: aparecen arrugas, se producen cambios de coloración, surgen manchitas… Y es que nuestra piel es un órgano vivo y como tal, envejece junto al resto de nuestro organismo. Pero hay formas de hacer que ese proceso de envejecimiento natural sea más lento y menos agresivo, de manera que nuestra piel permanezca joven por más tiempo. ¿Quieres conocerlas? ¡Sigue leyendo!

Nuestra piel es el órgano más grande de nuestro organismo. Nos envuelve por completo y cumple sobre todo cuatro funciones esenciales:

  • Nos protege de las agresiones externas
  • Defiende al organismo del ataque de infecciones, virus y bacterias
  • Es la encargada de regular nuestra temperatura para mantenerla estable.
  • A través de la piel sentimos y nos comunicamos.

La piel, al contrario por ejemplo de los cabellos, es un órgano vivo y por tanto no está exenta de los efectos que el tiempo y los años, poco a poco van generando en nuestro cuerpo.

Dichos efectos son diversos y suceden en las tres capas de la piel, la epidermis, la dermis y la hipodermis. Las consecuencias de los cambios que el tiempo provoca en el interior de la piel, se ven en el exterior: aparecen las arrugas, las manchas, la piel se oscurece y se hace más fina y pierde elasticidad.

¿Qué son las arrugas?

Las arrugas son pliegues de la piel, que aparecen a partir de los 25-30 años (lo que llamamos líneas de expresión). Hay de diferentes tipos:

Arrugas gravitacionales. La fuerza de la gravedad también ejerce sus efectos en la piel, tirando de ella hacia abajo imperceptiblemente. Cuando la piel pierde tersura y elasticidad, pierde también sus defensas contra la gravedad. Esto se manifiesta sobre todo en la zona que va de la nariz al mentón.

Arrugas dinámicas. Son las arrugas producidas por los gestos o expresiones que hacemos. Al repetirlos de una manera constante, poco a poco van creando líneas que acaban convirtiéndose en pequeños pliegues. Es el caso de las arrugas que aparecen en el ceño, en las comisuras de los labios o alrededor de los ojos.

¿Por qué aparecen las líneas de expresión?

El envejecimiento se produce tanto en el interior, como en el exterior de la piel.

La capa externa, la epidermis, pierde capacidad de regeneración de sus tejidos debido sobre todo a la dificultad progresiva para mantener un nivel óptimo de hidratación. Esto se traduce en una piel más irregular, menos tersa.

En las capas interiores, dermis e hipodermis, con el tiempo los fibroplastos encargados de la producción de colágeno y elastina funcionan más lentos y con mayor dificultad. Por tanto no generan la cantidad suficiente de estos elementos como para mantener el tono firme de la piel.

La unión entre los tejidos de las tres capas pierde volumen y la piel se hace más fina y por tanto más propensa a las arrugas.

Además del envejecimiento natural, es clave para la formación de las arrugas el impacto de los rayos solares en la piel, principal generador de los radicales libres, la primera causa de la oxidación celular.

Factores como la falta de sueño, una mala alimentación, el tabaco o el alcohol, aunque en menor medida, son también determinantes en la formación de las primeras arrugas.

¿Cómo prevenir y alisar las arrugas?

¿Es posible hacer desaparecer las arrugas? Ya hemos visto que son consecuencia del envejecimiento natural de la piel y por tanto, no podemos hacerlas desaparecer si no es mediante técnicas dermoestéticas que implican una intervención.

Pero lo que sí podemos hacer, y de hecho en Aevum Natura tenemos más que comprobado que funciona, es estimular y ayudar para que los tejidos y elementos de la piel mantengan un funcionamiento óptimo y sean menos propensos al envejecimiento.

¿Cómo?

Aplicando diariamente los productos adecuados y sobre todo, siendo constante, porque esa es la clave para que el tratamiento funcione.

En Aevum Natura seguimos la metodología CPS, un sistema con el que podemos ralentizar el proceso de envejecimiento celular, recuperar la piel allí donde ha perdido firmeza y tersura, alisar las arrugas que han aparecido y prevenir para que aparezcan de manera más difusa y espaciada.

Lo primero y más importante, es realizar el ritual de Limpieza y Equilibrio, así recuperamos el Ph de la piel y la activamos para sentirla fresca y llena de vida.

Seguimos con el contorno de ojos y labios, con el que aportamos a estas zonas más frágiles un extra de nutrición y reparación suavizando así nuestras arrugas generadas por la expresión.

Después, aplicamos la crema estimuladora de colágeno y elastina, con hidrolizado de seda, que repara las arrugas más profundas y regenera la suavidad de los tejidos.

Continuamos con el sérum dermoepidérmico, con el que aportamos vitaminas y reparación a las dos capas de la piel, epidermis y dermis. Además reparamos la unión de esas dos capas en el lugar donde se originan los pliegues y arrugas.

Y por último, aplicamos la crema epidérmica, que recupera la arruga más externa suavizando y reparando el tejido epidérmico.

Vencer los efectos de la edad en la piel y a la vez recuperar su brillo, suavidad y tersura, es posible. Y si aún tienes dudas, reserva tu consultoría online gratuita. Te atenderé personalmente y juntas encontraremos la mejor solución para que tengas la piel radiante y bonita que siempre has querido tener.